La Grupa es una organización social creada por las disidencias LGBT+ en Neuquén capital. En este espacio confluyen actividades culturales, deportivas y políticas que buscan hacer visibles sus derechos y fortalecer a la comunidad.
Son tiempos de crueldad organizada, promovida por prácticas discursivas de odio que se cogen cualquier mente desprevenida. No es un odio nuevo, para nada, proviene de viejas estructuras sociales que hoy encuentran un amparo en lo más alto del poder político que gobierna la Argentina.
La situación económica no ayuda, despierta demonios dormidos, pero nada es para siempre. Pero en Neuquén hay un buen ejemplo de resistencia y organización, La Grupa.
Hablamos con Matias Soruco, actual coordinador de la agrupación. Sus amiges y compañeres le dicen Mat. Con sus 26 años estudia medicina en la Universidad Nacional del Comahue y es profesor de danzas folclóricas argentinas, egresado del Instituto de Arte Folclórico (I.D.A.F.).
¿Cómo definís a La Grupa?
La Grupa es una organización social que nace como respuesta a la necesidad de espacios autogestivos, diversos y disidentes. Desde sus inicios consolidó una agenda artística, deportiva, pedagógica y política, militando por la visibilidad y los derechos de la comunidad LGBTIQANB+. También participa activamente en marchas y articula con otras organizaciones para fortalecer redes y construir comunidad.
¿Cuándo nace la organización?
Nace el 18 de noviembre de 2024 como resultado de la voluntad colectiva de consolidar un espacio que represente, acompañe y potencie el trabajo y los ideales iniciado por les integrantes de diversas disciplinas como: Folclore, Cine-Debate, Trekking, Stretch, Natación, Ciclismo y Running.
¿Fue a raíz de algún hecho puntual?
En noviembre de 2023, reunidos en Asamblea General se acuerda por unanimidad abandonar su anterior identidad “Espacio Queer”, iniciando un proceso de democratización y transformación del espacio, en búsqueda de una identidad colectiva que sea representativa y horizontal, concluyendo en marzo de 2025 en la adopción de su actual nombre: La Grupa, disidencia del Alto Valle.
Mat vino de Maimara, un pueblo reconocido por su belleza natural y por preservar su identidad cultural ancestral en el entorno rural de la Quebrada de Humahuaca, provincia de Jujuy. Desde allí trae su amor por las danzas, saber que comparte con La Grupa mediante la enseñanza.
¿Cuál es el impacto cultural de La Grupa en el ámbito folclórico?
«Folk Q Lore» (creada en junio de 2023), actual disciplina de La Grupa, abrió nuevas posibilidades para el folclore argentino en nuestra región: creó un territorio donde danza y disidencias dialogan, desarmando moldes binarios y habilitando lecturas frescas y libres. Su presencia en peñas y escenarios resignifica los códigos tradicionales y amplía el acceso de personas LGBTIQNB+ a un ámbito históricamente invisibilizado.
¿Qué sectores sociales asisten a sus actividades?
Las personas que integran La Grupa y las disciplinas que la conforman provienen de múltiples tejidos sociales. Entre elles hay trabajadores y profesionales de la salud, de la educación, del ámbito social/económico, gastronómico y público, además de estudiantes de distintas carreras universitarias.
También participan personas de la comunidad no oyente, integrantes de la comunidad trans y no binaria, personas racializadas, de diferentes orígenes nacionales, y personas con identidad mapuche y otras raíces originarias. Sumado a la diversidad intergeneracional y multidisciplinaria se convierte en la riqueza del corazón de La Grupa.
¿De qué trata la identidad queer?
La palabra “QUEER” proviene del ingles que se traduce como “lo extraño” o “poco usual”, dentro de su contexto histórico nace como una forma despectiva de etiquetar a todo aquello fuera de la heteronorma cis-binaria. La identidad queer es una teoría, desafía y pone en tela de juicio a la existencia de una única forma de vivir y entender el mundo. Cuestiona las construcciones de la identidad que han sido rígidas y lineales.
¿Cómo se vincula con el arte y especialmente, con la danza?
El arte, y en particular la danza, fueron, son y serán canales fundamentales para la expresión popular, porque permiten explorar el cuerpo, narrar historias y visibilizar realidades que muchas veces han sido invisibilizadas. En el folclore argentino, esta perspectiva amplía los códigos tradicionales, resignificando roles como “gaucho” o “paisana”, y habilitando que cada persona habite los pasos y los zapateos desde su propia identidad. Obviamente basadas en el respeto al contexto y origen histórico del saber del pueblo.
¿Qué rasgos destacas de la escena cultural Queer de Neuquén?
El movimiento cultural queer en Neuquén está en constante expansión, atravesando distintas expresiones artísticas y prácticas comunitarias. Hoy conviven experiencias tan diversas como los encuentros de Ballroom Kiki, propuestas de folclore con perspectiva disidente, actividades de trekking inclusivo, espacios de debate y formación, y algunas otras iniciativas impulsadas por organizaciones y colectivos locales.
Muchas de estas propuestas son autogestivas, nacidas de la necesidad de encuentro y del deseo de habitar los territorios con libertad y orgullo. Esta vitalidad cultural nos invita a que reivindicar la diversidad y a consolidar los cambios sociales que nuestra comunidad busca y merece, sobre todo en contextos como los que atravesamos actualmente.
Amar en tiempos violentos
El párrafo 175 del Código Penal Nazi o «Strafgesetzbuch», que prohibía las relaciones sexuales entre hombres y los castigaba con la muerte o el exilio, perduró hasta la reunificación de Alemania en 1994.
Si bien las matanzas y deportaciones masivas en campos de concentración parecen muy lejanas y existen avances notorios en el derecho internacional, todavía hay penalizaciones contra la comunidad en 62 Estados miembros de la ONU, que anulan a las identidades que transgreden la heteronorma.
Vale recordar que a principios de este año el presidente Javier Milei pronunció un discurso en el Foro Económico Mundial de Davos que encendió todas las alarmas.
Allí, frente a los representantes del poder económico global dijo: “El virus mental de la ideología ‘woke’ es la gran epidemia de nuestra época que debe ser curada, es el cáncer que hay que extirpar”. Lo dijo en alusión a las conquistas de la comunidad LGTBIQ+:
Días después, el sábado 1 de febrero de 2025, una gran movilización en rechazo al fascismo, la homofobia y el racismo se replicó en todo el país y en el exterior.
Juan Domingo Montecino, Pocho desde ahora en mas, docente y militante en La Grupa lo recuerda así:
«Fue una de las movilizaciones más grandes que hubo, junto con las de las universidades públicas que le pudo poner o marcarle la cancha a Milei, como diciendo: «bueno, te pasaste acá…porque fue una marcha masiva.» La reacción fue inmediata».
«Creo que se demostró por lo menos que es necesario también estar organizados y en la calle porque algunos compañeros, compañeras no tenían un recorrido de la calle como como espacio de resistencia«.
Del relato al dato
En 1992 la ONU aprobó por consenso la Declaración de las Naciones Unidas sobre las Minorías, cuya finalidad es «la promoción y protección de los derechos de las personas pertenecientes a minorías nacionales o étnicas, las minorías religiosas y lingüísticas».
Argentina fue el primer país de América del Sur en aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo (Ley N° 26.618) y en reconocer las identidades de género (Ley N° 26.743), sancionadas en el año 2010 y 2012.
Una década y media después, la aceptación social a las disidencias, garantizada además por el avance del feminismo en las instituciones y en las relaciones sociales, parece haber tocado un techo con la politización conservadora que se volvió hegemónica.
Pocho nos aporta su mirada: «creo que si algo nos mostró el gobierno de Milei, es que las derechas están dispuestas a todo y que siempre van a querer venir por nuestros derechos. Ya han aparecido algunos debates sobre las consecuencias de la Ley de Identidad de Género, debates que ponen en discusión esta ley».
Este cambio de época ¿Qué otras consecuencias producen estos discursos?
El informe elaborado por el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT+ contabilizó 102 crímenes de odio contra la comunidad en los primeros 6 meses del año. Esta cifra aumentó un 70% en comparación con el mismo período del año anterior.
Del total de las personas de la comunidad LGBT+ víctimas de crímenes de odio registrados en el primer semestre de 2025:
- Las primeras víctimas corresponden a mujeres trans, con el 70,6 % de los casos (72)
- Le siguen en segundo lugar, con el 16,7 % (17 casos) los varones gay cis;
- Con el 6,9 % y 7 de los casos registrados figuran las lesbianas
- En cuarto lugar están los varones trans, con el 4,9 % (5 casos).
- y por último, una persona no binarie, que representa el 1 % del total de los casos registrados.
El informe señala que «en los primeros 6 meses del año 2025 ocurrieron ciento dos (102) crímenes de odio, en donde la orientación sexual, la identidad y/o la expresión de género de todas las víctimas fueron utilizadas como pretexto discriminatorio para la vulneración de sus derechos y la violencia hacia ellas«.
Proteger los derechos de las diversidades sexuales es una responsabilidad del Estado. Sin embargo, el aumento de la violencia marca retrocesos visibles.
¿Dónde vamos? ¿dónde estamos?
El marco jurídico internacional reconoce en la noción de “minorías”, la necesidad de proteger y garantizar los derechos de grupos históricamente vulnerados. Sin embargo, la conversación actual, tanto en los debates políticos transmitidos por streaming, en las redes y también las calles, nos enfrenta a una pregunta incómoda y casi inevitable:
¿cómo lograr que la ampliación de derechos de las minorías contribuya también a fortalecer la agenda de las mayorías sociales?
Esta inquietud no surge de un vacío: es hija de un desplazamiento por derecha de la agenda pública. Los resultados electorales recientes lo evidencian. Ahora bien, no se trata de convalidar ese corrimiento, sino de reconocerlo para comprender sus efectos.
Mas directo: ¿Acaso los putos, las tortas y travestis no conforman la mayoría popular? ¿no viven en los mismos barrios y trabajan en las mismas escuelas y fábricas? ¿no son también los nuevos explotados del siglo XXI, que manejan Uber o Rapi?“
Como dice Pocho: «los derechos deberían ser para siempre, y uno cree que son para siempre, pero las derechas siempre están al acecho y por eso necesario estar organizados, en alerta y si es necesario en la calle para defender lo que conquistamos«.
La ampliación democrática carga con los errores económicos y de comunicación del último gobierno progresista. Síntomas que sin duda influyeron en los imaginarios de la población que acompaña, pasiva o activamente, las políticas del Gobierno Nacional.
Frente a ello existe una certeza: las personas que desafían la heteronorma no son un fragmento aislado del rompecabezas social, sino parte de las mayorías que hay que representar.
