El pasado 2 de abril Javier Milei habló en el acto oficial que hizo el Gobierno Nacional por el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de las Islas Malvinas. Frente a una larga fila de funcionarios militares, veteranos de guerra y su equipo de gobierno el presidente pronunció un discurso que duró unos 7 minutos ¿Qué dijo?
Desde la plaza San Martin de la Cuidad de Buenos Aires, el mandatario describió dos pasos secuenciales y necesarios para obtener logros en el reclamo histórico por la soberanía de las Islas Malvinas, y el espacio marítimo del Atlántico Sur. Antes brindó un diagnóstico de la situación:
“Lamentablemente, durante las últimas décadas nuestra demanda soberana por las islas fue damnificada de forma directa e indirecta por las decisiones económicas, diplomáticas y militares de la casta política. Nadie puede tomar en serio el reclamo de una Nación, cuya dirigencia es conocida en el mundo por su corrupción e incompetencia, y por llevar a la Argentina a los brazos de la escoria del mundo…”
Paso 1: “alinearse a las naciones libres”
En la cuestión Malvinas, alinearse con las “naciones libres” es lo primero que beneficiaría al reclamo histórico por las islas:
“El primer paso que debemos dar entonces es levantarnos al país en todo sentido, tanto material como espiritualmente y recuperar el lugar en la comunidad internacional que nunca debíamos haber perdido. Y no hay otra manera de hacerlo que aplicando las ideas de la libertad, tanto dentro de nuestras fronteras, como hacia afuera, abriéndonos al comercio internacional y con una política exterior alineada a las naciones libres…”
Ya es conocida la devoción de Milei por Trump y los Estados Unidos, en ese orden. El alineamiento es total, aunque siendo el país que más importa bienes y servicios, los efectos de los nuevos aranceles están provocando el desplome de los mercados globales, la interrupción de la cadena de suministros alimentarios, energéticos y tecnológicos, y la caída libre del precio de las materias primas.
En este tambaleando panorama mundial, y luego de muchas especulaciones y suplicas, el Directorio Ejecutivo del FMI aprobó un nuevo programa de financiamiento de 20.000 millones de dólares para Argentina. Un salvavidas que le permitió al Gobierno Nacional establecer un nuevo régimen cambiario, de tipo flotante, demandado por los mercados para atraer inversiones.
Sin embargo, la puerta giratoria del Banco Central, por donde el egreso de dólares intensifica la sequía de divisas podría arruinar cualquier plan de estabilización.
La otra nación libre es Israel, y a primera vista pareciera no tener suficiente injerencia interna, pero solo hay que acomodar el punto de vista. El Ejecutivo beneficia a empresarios con vínculos ideológicos con el empresarios sionistas, como Eduardo Elstain, financista de la carrera presidencial de Milei y un actor clave en el negocio minero, cuyas empresas son apoyadas por el Gobierno Nacional en el otorgamiento de permisos y concesiones.
No olvidemos los bombardeos y crímenes de guerra cometidos en el conflicto israelí-palestino, constituyen el historial reciente de esta “gran nación”. ¿Pero cuál fue la relación de ambas naciones durante la guerra de Malvinas?
Ricardo Flores es ex combatiente y profesor de Historia. En los años 80, mientras cumplía el servicio militar obligatorio se alistó como voluntario en la III Brigada de Infantería y desempeñó funciones en la Compañía Comandos y Servicios. Luego del conflicto eligió la Patagonia para vivir.
Actualmente es el delegado provincial de Veteranos de Guerra de Malvinas por General Roca e integra el Observatorio de Malvinas Argentinas. Es un apasionado que homenajea a los caídos con acciones que promueven el debate sobre la soberanía de las islas. Recorre escuelas. Brinda charlas. Elabora proyectos y participa de disertaciones sobre la causa en Río Negro y otras provincias ¿Quién mejor que Ricardo para hablar de estos temas?
¿Cuál fue la posición de Estados Unidos durante la guerra del 82´?
Estados Unidos obviamente que apoyó y pergeñó con Gran Bretaña (esto ya son archivos desclasificados de inteligencia, o sea, se han hecho bastante oficiales), aunque Gran Bretaña ha puesto en secreto de Estado todos estos informes durante más de 90 años.
A partir de los 30 años Malvinas (la guerra), ya se empiezan a desclasificar y muchos han hablado, no solamente oficiales especiales y veteranos de guerra de Gran Bretaña, sino también cuerpos legislativos de la Cámara de los Comunes (el parlamento del Reino Unido), donde realmente han empezado a hablar sobre cómo se fue gestando, de alguna manera la idea de invadir las islas nuevamente.
Más allá de la Junta Militar, de la decisión de recuperar y presionar a Gran Bretaña para sentarse a dialogar en el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas (ONU), que esa era la idea, dejar una guarnición y obviamente presionar, y sobre todo anteponer la resolución 2065, y de alguna manera hacer que también dentro de esa línea, Estados Unidos se iba a tener una actitud imparcial, con respecto a lo que pueda decidir Gran Bretaña, tratar de no intervenir.
Esto se dio en el marco de un diálogo con Alexander Haig, el canciller de Estados Unidos, con Galtieri, donde realmente le manifiestan que ellos no iban a intervenir en principio. Después obviamente, dice todo lo contrario.
Estaba el tratado interamericano de ayuda recíproca que decía que toda América, en caso de ser invadida podía reaccionar algún país para colaborar y ayudar justamente al país invadido (Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), y por otro lado estaba en la OTAN, es decir que tenía ambas alianzas Estados Unidos, y obviamente iba a quedarse ahí. La actitud ingenua era pensar que Estados Unidos nos iba a apoyar a nosotros.
Era lógico que Estados Unidos iba a apoyar a Gran Bretaña y esto empujó la resolución 502 en el año 82’, cuando el 3 de abril, después de haberse recuperado Malvinas, Naciones Unidas insta a que se sientan a dialogar (Argentina y el Reino Unido) que eviten cualquier circunstancia que pueda tener injerencia de enfrentamiento bélico y entonces se exigía al el retiro de las tropas eh argentinas en las islas.
Obviamente que no había garantías, la Junta Militar decía que no se iba a retirar, porque no tenía garantías de que realmente después Gran Bretaña acepte, y obviamente el este en esta trampa cae nuevamente la Junta Militar donde Estados Unidos gira violentamente y toma la decisión de denunciar a la Argentina como invasoras. No la recuperó, sino que la invadió.
Y ahí obviamente era lógico que Gran Bretaña, Estados Unidos en la Isla Ascensión y la Isla Santa Elena abastecieron, con misiles, combustibles, pertrechos y un montón de elementos bélicos para apoyar a fuertemente a Gran Bretaña, y obviamente ahí nosotros entrábamos en cadenas con todas las alianzas de la OTAN.
Bueno, esa fue prácticamente la traición del TIAR. Se rompió el TIAR. Después no pudimos ni siquiera convocar a esta organización, que podría discutirse y buscar alianzas. Esto se precipitó por un error de la Junta Militar, evidentemente, de cálculos políticos equivocados
¿Y la posición de Israel?
Bueno, por otro lado, desde que asumió la Junta Militar 1976 hasta el 83´ se produce un proceso de rearme que no es solamente del 82. La industria bélica de Israel, muy famosa, obviamente, ellos se dedican a producir y a vender armas. Ya en algunos acuerdos, considerando la gran cantidad de judíos en Argentina, la segunda mayor en Latinoamérica y bueno, abasteció justamente de gran cantidad de aviones, misiles y municiones.
Durante la guerra de Malvinas, me llamó la atención que yo miraba la etiqueta de la campera que teníamos los soldados, que decía industria de Israel “Made In Israel». Y me llamaba poderosamente la atención. Este famoso reabastecimiento militar se puede ver en un libro del año 2012, del periodista Hernán Dobry (Operación Israel: El rearme argentino durante la dictadura (1976-1983). Usaron a nuestra hermana República del Perú como mediadores para que le llegue todos los elementos.
Son algunas intervenciones por conveniencias políticas, intereses globales, estratégicos y económicos que hicieron en esta ayuda, que realmente parece inverosímil, como también la traición que generó para la Junta Militar, alineada con Estados Unidos en ese momento, con la Doctrina de de las Américas (Doctrina de Seguridad Nacional), donde terminó (EE.UU) dándole todo el apoyo a Gran Bretaña y dejando sola a la Junta Militar.
En una nota de Hernán Dobry para Infobae, el autor del libro citado por el entrevistado, destaca que para abastecer a la Junta Militar, “llegaron armamentos desde Jerusalén por un total de 87,43 millones de dólares, equivalentes a 287,60 millones de la actualidad”.
A pesar del antisemitismo del Gobierno Militar, acusado de desaparecer a cerca de 1.200 judíos, quienes recibían un “trato especial” por su identidad en las sesiones, como indican documentos desclasificados, la relación con la administración de Menajem Beguin en Israel mejoró en 1978, con la compra de material bélico ante un posible conflicto con Chile por la soberanía de las islas del canal de Beagle.
En aquellos años Israel se encontraba en conflicto con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y el 6 de junio de 1982 las fuerzas israelíes invadieron el sur del Líbano, dando comienzo a la Guerra del Líbano que se extendió durante 3 años.
Si bien muchos contratos se firmaron antes del conflicto del 82’, durante la guerra, la venta de armas hacia el país se encontraba vetada por bloqueos internacionales impuestos por Gran Bretaña y Estados Unidos. Sin embargo, la inteligencia argentina e israilí continuó con sus negocios mediante operaciones encubiertas y la triangulación con Perú, como intermediario para la transferencia de pagos y armamento.
Paso 2: “dignificar a las Fuerzas Armadas mediante la inversión necesarias”
El desfile militar por el Día de la Independencia que protagonizaron el año pasado las tres fuerzas que componen el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas: el Ejército Argentino, la Armada Argentina y la Fuerza Aérea, en la Avenida 9 de julio buscó producir un cambio de paradigma respecto de su relación con la población.
Para el Gobierno Nacional hay que dejar atrás la trágica historia de violencia que las Fuerzas Armadas perpetraron contra el pueblo argentino y la democracia en tantas ocasiones. Mostrar unas fuerzas robustas y con poder de convocatoria social podría facilitar tal cometido.
Antes de la actual gestión, las últimas veces que las Fuerzas Armadas estuvieron presentes para los festejos patrios fue en el año 2019, durante el gobierno de Mauricio Macri, también un 9 de julio, y varios años antes, en el 2010, por el Bicentenario de la Revolución de Mayo, durante la administración de Cristina Fernández de Kirchner,
Pero como solemos decir, para todo hace falta plata. En esta línea Milei aseguró que:
«Este es el primer Gobierno en mucho tiempo que entiende que un país soberano debe ser, en primer lugar, un país próspero. Solo así podemos dar el segundo paso: dignificar a nuestras Fuerzas Armadas mediante las inversiones necesarias, solo al alcance de una nación próspera. Para crecer es en vano si no se reordena el gasto público, fortaleciendo aquellas áreas en las que el Estado debería ocuparse y eliminando las que sobran, porque cuando el Estado se arroga tareas que no le competen, siempre es en detrimento de funciones esenciales. A pesar de que la casta política intentó convencernos de lo contrario durante décadas, la Argentina necesita unas Fuerzas Armadas robustas. Son necesarias para defender nuestro extenso territorio de potenciales amenazas en un contexto global de creciente incertidumbre».
Argentina presenta un presupuesto nacional prorrogado desde el 2023, que equivale a un gasto público del 15,4% del PBI, según datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso. Esta política de ajuste fiscal también afecta al presupuesto asignado a Defensa y el Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF), creado en el año 2020 por la Ley N° 27.565, para modernizar la defensa nacional mediante la incorporación o recuperación de equipamiento.
Si bien, en octubre del 2024 las autoridades nacionales incrementaron en un 614% el presupuesto del FONDEF, los cerca de 500 millones de dólares siguen por debajo del 0,8% del total de los ingresos corrientes del Estado que promueve la ley. En aquel entonces el ministro Luis Petri compró a Dinamarca un total de 24 aviones de combate F-16A/B MLU para la Fuerza Aérea, entre otras adquisiciones para renovar helicópteros, blindados y armamento que ya habrían alcanzado su vida útil.
Pero con tecnología militar no alcanza para todo, ¿qué pasa con los salarios, los servicios y el mantenimiento de la infraestructura de las tres fuerzas, desde el primer escalafón, hasta la cúpula castrense? La cuestión del funcionamiento no se rige por las partidas del FONDEF, sino por el presupuesto del 2025.
Los fondos para el funcionamiento de las fuerzas navales armadas, de seguridad marítima, fluvial y de control no están en su mejor momento. El monto asignado para la Defensa en 2024 fue de $3.918.399 millones, contando algunos aumentos que se fueron otorgando durante el mismo año, pero que no alcanzan a cubrir los gastos demandados por el sector.
El medio digital Zona Militar publicó un exhaustivo análisis del presupuesto ejecutado, proyectado y previsto para Defensa. El siguiente cuadro muestra la evolución del Presupuesto de Defensa en relación al PBI. Los datos son de la Oficina Nacional de Presupuesto del Ministerio de Economía del año 2024. La estimación del PBI 2024 y 2025 se realizó en base al FMI.
El Presupuesto de Defensa medido en dólares, respecto a lo ejecutado en 2023 presenta estos números:
- El presupuesto general disminuyó en un 22,9% en el 2024, y un 52,2% en 2025.
- El FONDEF disminuyó un 53% en 2024 y un 37,57% en 2025.
- Los salarios y retribuciones prevén una disminución de 65,85% para el 2025.
- El presupuesto operativo tuvo una disminución de 9,2% el año pasado y de 30,2% el 2025.
El Poder Ejecutivo Nacional (PEN) fomenta el acercamiento entre las Fuerzas Armadas y el pueblo con desfiles y otras manifestaciones públicas, a la vez que reivindica el rol de las fuerzas durante la dictadura que “merecen repudio y la advertencia sobre el daño institucional que causan sobre el presente de las Fuerzas Armadas” indica el artículo.
Las conclusiones del medio especializado en defensa nacional varían en apreciaciones, pero es contundente respecto al desfase entre las reivindicaciones simbólicas y la efectividad material.
Otra de las medidas que anunció Milei el 2 de abril, es un decreto que “instruye al Ministerio de Defensa a reconocer el grado de Subteniente de Reserva al personal de Soldados Aspirantes a Oficiales de Reserva veteranos de la Guerra de Malvinas”.
¿Qué nos puede decir Ricardo Flores al respecto?
Bueno, la verdad que no le encuentro razón en lo personal, si bien intenta hacer una distinción para esa gente que era tenía cierta carrera profesional y se había involucrado dentro de las Fuerzas Armadas, ya sea con título universitarios o terciarios y se le da este reconocimiento muy tardío. No le encuentro sentido, porque después de 43 años muchos han fallecido, quedan pocas, eran personas mayores con título universitario, no eran muchachos de 18 años que eran soldados conscriptos, simplemente tenían cargo como aspirantes de reserva y eso se les da el grado de subteniente, o en su momento aspirantes de oficiales de reserva.
No le encuentro sentido, cuando en realidad hay muchas otras cuestiones que tenemos que solucionar respecto a la dignidad y al homenaje que debemos tener todos los veteranos de guerra. Hay que incluirlos a todos. No se trata de reivindicar hoy una cuestión a las Fuerzas Armadas y dejar a los otros.
Creo que la actitud moral, el reconocimiento histórico moral que todavía tiene deuda el Estado Argentino, no se ha tocado, no se ha preocupado ninguna gestión en estos 42 años de democracia, y caemos otra vez en el error de no mirar la historia, de no mirar estos momentos políticos que tuvimos que vivir todos los veteranos de guerra durante el regreso post Malvinas, donde realmente fueron momentos muy duros y difíciles, donde generaron la peor de las causas postraumáticas, en vez de dignificarnos generaron un abandono del Estado.
Un Estado que siempre estuvo ausente, que siempre especuló con el tema de soberanía del 2 de abril, de la victimización y el reconocimiento controversial. Mientras que los títulos nos dicen que somos héroes, para nosotros los héroes son nuestros caídos, pero también tenemos nuestro DNI que especifica ese sello, donde dice excombatiente de la guerra de Malvinas, nos dignifica dentro del marco impreso, pero no nos dignifica dentro del marco legal, social, cultural e histórico que realmente deberíamos tener.
El reconocimiento debe ser para todos, por igual, dentro de la historia argentina, y todavía creo que no ha asumido nadie, ningún gobierno responsable de darle el lugar que realmente merecemos todos los veteranos de guerra, que fuimos a defender la soberanía, no la dictadura.
¿Y el paso 3?
Uno de los hechos más relevantes de la historia argentina atraviesa por completo la vida de Ricardo, cuando hace 43 años atrás, siendo un joven con ímpetu patriótico, se alistó al Ejército empujado por la devoción popular, tras la decisión de un Gobierno Militar que vio en la gesta bélica, una posibilidad de salvación entre las ruinas de la represión.
Como tantos otros soldados, Ricardo se formó en el arte del combate militar y curtió las condiciones extremas del archipiélago malvinense, que transformaron su vida para siempre. Sus respuestas nos ofrecen la reflexión de un hombre instruido, con una mirada crítica que se aleja de posiciones cómodas.
Su misión es clara, malvinizar el presente, para que sus conocimientos y recuerdos traspasen la conciencia de las generaciones ¿Su pasión? luchar por la soberanía, para que los pueblos decidan su destino, sin sometimientos externos.
Caso contrario al espíritu de Ricardo demuestran las políticas del actual Gobierno Nacional sobre la causa Malvinas, y tantas otras realidades territoriales. Pero la idolatría a los poderes que atacaron en tantas ocasiones la soberanía nacional no es una novedad en la historia, desde la primera presidencia de Bernardino Rivadavia, cuando todavía no existía una Constitución Nacional, hasta los periplos de un presente difícil de entender, la colonialidad del poder sigue marcando las relaciones globales y locales.
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